sábado, 6 de febrero de 2010

Prioridades Financieras

Esto significa establecer prioridades financieras que honran a Dios y permiten llegar a los objetivos dados por Él. Así las cosas que valen la pena ser conocidas están enraizadas en la Palabra de Dios, que incluye comprender que es necesario: . Buscar en primer lugar la sabiduría de dios y no la sabiduría convencional para encontrar los principios que guiarán nuestras decisiones. Los principios que Dios nos dio son prácticos y relevantes. “Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia” (II Timoteo 3:16). . Aceptar individualmente la responsabilidad personal por tomar decisiones financieras inteligentes y bíblicamente consistentes. No esperar que otros tomen las decisiones difíciles por nosotros. “Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel” (2Corintios 4:2). . Evitar al máximo las deudas, porque son potencialmente esclavizantes. El rico se enseñoreará de los pobres; y el que toma prestado, siervo del que empresta” (Proverbios 22:7). . Mantener el equilibrio apropiado entre los gastos y el ahorro a largo plazo es señal de sabiduría. “Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato lo disipará” (Proverbios 21:20). . Invertir estratégicamente y cuidadosamente pensado y no impulsivamente. “Los pensamientos del solícito ciertamente van a abundancia; mas todo presuroso, indefectiblemente a pobreza” (Proverbios 21:5). . Confiar en la diversificación en vez de preocuparse con los ciclos del mercado, como manera de controlar el riesgo y proteger el capital. “Reparte a siete, y aun a ocho: porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra” (Eclesiastés 11:2). . Protegerse de la codicia y del deseo de gastar toda energía y esfuerzo en la tentativa fútil de obtener el más alto lucro posible. “No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ” (Proverbios 23:4). Si estos principios son seguidos de manera consciente, nos libertan para que dejemos los resultados a Dios, sabiendo que “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (I Timoteo 6:6). ------------------------------------------------------------------------------------------------Texto de autoria de Mark Billere y Mark Dogde, editores ejecutivos del boletin de planeamiento financiero y website "Sound Mind Investing". Usado con autorización. Para saber más, sobre esta organización y sus principios de inversión accese www.soundmindinvesting.com.br Traducción de Alicia Gonzales Lemos.

El Dinero

Gran parte de nuestras tensiones, las fricciones familiares, las contiendas y las frustraciones se deben, directa o indirectamente, al dinero.Entre los principales motivos para los divorcios se encuentran los desacuerdos económicos. La familia cristiana no es inmune a esto. Si una familia no paga o no puede pagar sus facturas, o si tiene otros problemas relacionados con el dinero, estará dando un mal testimonio. Hay muy pocas iglesias que ofrecen adiestramiento a sus miembros en lo que se refiere a la responsabilidad económica.Causas principales de los problemas económicos1. Actitudes erróneas hacia el dinero. La avaricia y la codicia conducen con rapidez a toda clase de males (ver 1 Timoteo 6.10). El síndrome de “enriquecimiento rápido” mediante las inversiones especulativas conduce a menudo al desastre.2. El vivir por encima de los ingresos propios. El no “contar los costos” dará como resultado los gastos excesivos crónicos. (Ver Lucas 14.28-30). Algunas personas parecen ser muy influenciables por la publicidad, rindiéndose ante los productos atractivos y las ofertas de crédito aparentemente provechosas.3. Las compras a crédito. El mejor consejo que se les puede dar a quienes tengan dificultades económicas es el de que se alejen de las tiendas y los grandes almacenes, y que destruyan todas sus tarjetas de crédito.4. El darse todos los caprichos. La compra de cosas innecesarias, el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y comidas exóticas o rebuscadas son hábitos caprichosos. Por ejemplo, en una familia en la que tanto el marido como la esposa sean grandes fumadores, los gastos en tabaco pueden ascender a unos 1500 dólares al año.5. El falso concepto de que la acumulación de posesiones materiales produce alegría y felicidad. “Y les dijo (Jesús): Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. (Lucas 12.15).6. La falta de un presupuesto para planear y supervisar los gastos. Nuestros ingresos sólo alcanzan para ciertas cosas. Damos aquí varios puntos que se deben tomar en consideración, junto con los porcentajes recomendados, para ajustar los gastos (los porcentajes dependiendo de quienes los calculan).Vivienda: 30%Alimentos: 14%Diversiones y vacaciones: 5%Ropa: 5%Transportes: 13%Seguros: 4%Deudas: 5%Gastos médicos y dentales: 5%Ahorros: 5%Diversos: 4%Ofrenda/Diezmo: 10%Principios bíblicos para manejar el dinero1. Se trata básicamente de una tarea espiritual, por lo que es esencial entender el Señorío de Jesucristo. El manejo de las finanzas pone en perspectiva la totalidad de la vida en su relación con la voluntad de Dios y todo lo relativo a la eternidad.“Porque del Señor es la tierra y su plenitud” (1 Corintios 10.26).“No sois vuestros, porque habéis sido comprados por precio” (1 Corintios 6.19-20).2. Y también es esencial entender el principio de que somos mayordomos (administradores) de todo lo que Dios ha puesto bajo nuestro cuidado. ¡No somos dueños! Nuestras vidas, nuestro tiempo y nuestras posesiones son dones de Dios. Somos responsables ante Dios por ellos y el Señor nos considerará responsables de todo ello (Ver Mateo 25.14-30).3. Dios desea que confiemos en El y no en las posesiones materiales. “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo 6.17). (Ver también Proverbios 3.5-6; Filipenses 4.19 y Salmo 37.25).4. Dentro del plan de Dios está el que los mayordomos le entreguen a él parte de sus ingresos, para Su obra. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3.10). (Ver también Lucas 12.34 y Proverbios 3.9).Billy Graham dijo: “Aunque todo nuestro dinero le pertenece realmente a Dios, la Biblia recomienda el diezmo como respuesta mínima de gratitud al Señor…No es posible evitarlo. Las Escrituras prometen bendiciones materiales y espirituales a las personas que le den a Dios. No es posible dar más de lo que Dios nos da a nosotros. Les reto a que lo prueben y vean”. Tomado del libro: Manual para obreros cristianos